Publicado el: Noviembre 10, 2023
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su último informe sobre salud mental, refiere que los trastornos mentales son muy frecuentes en todos los países y que, aproximadamente, una de cada ocho personas en el mundo sufre algún trastorno mental. Tal es así que, en un mundo impulsado por la productividad y el rendimiento, la salud mental en el trabajo se ha convertido en un tema de preocupación creciente. En la búsqueda constante de resultados y metas, muchas personas están sacrificando su bienestar emocional y psicológico en nombre del éxito profesional.
UN DESAFÍO OCULTO PARA EL EMPLEADOR.
Los trabajadores enfrentan una presión constante para cumplir con los plazos, alcanzar objetivos y superar desafíos, lo que puede dar lugar a altos niveles de estrés, ansiedad y agotamiento. A medida que las jornadas de trabajo se vuelven más largas y la línea entre el trabajo y la vida personal se desdibuja, la salud mental de los trabajadores se ve comprometida. Los efectos secundarios incluyen depresión, insomnio, trastornos alimentarios y más.
RECOMENDACIONES PARA MEJORAR LA SALUD MENTAL EN EL TRABAJO.
Se sugiere que las empresas establezcan una política interna con el propósito de fomentar la comunicación abierta, ofrecer recursos para gestionar el estrés y enfatizar la importancia del equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Esta política debe contener:
La implementación de esta política puede resultar fundamental para brindar apoyo a aquellos trabajadores que requieren asistencia.
EL IMPACTO EN LA PRODUCTIVIDAD
La salud mental y el rendimiento laboral están intrínsecamente relacionados. Los trabajadores con problemas de salud mental tienen un rendimiento laboral inferior, se ausentan con mayor frecuencia y tienen dificultades para concentrarse. Ignorar la salud mental en el trabajo puede resultar en una pérdida significativa de ingresos y recursos humanos valiosos.