¿POR QUÉ LA FORMALIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES ES UNA INVERSIÓN Y NO UN GASTO?

En un entorno empresarial cada vez más competitivo y exigente, la formalización laboral no debe entenderse únicamente como una obligación legal, sino como una herramienta estratégica para consolidar una gestión de personas eficiente, ordenada y sostenible. Aunque la contratación mediante recibos por honorarios puede ser adecuada para servicios independientes, su uso debe evaluarse cuidadosamente, ya que cuando se presentan elementos propios de una relación laboral —como subordinación, horarios o directivas internas— corresponde formalizar al trabajador.

¿Cuándo se debe formalizar a un trabajador?

Se debe formalizar a un trabajador cuando, más allá del contrato firmado, se presentan tres elementos esenciales: prestación personal del servicio, remuneración y subordinación. Esto ocurre cuando la persona trabaja directamente para la empresa, no puede ser reemplazada, recibe un pago fijo y está sujeta a indicaciones, horarios, reportes o sanciones. Ante la presencia de estas condiciones, se considera que existe una relación laboral, y corresponde inscribir al trabajador en planilla, desde el inicio de sus funciones.

¿Qué beneficios trae formalizar a los trabajadores?

La formalización trae múltiples beneficios para las empresas, además del cumplimiento legal. Un trabajador formalizado cuenta con derechos y estabilidad, lo que se traduce en mayor compromiso y productividad. Asimismo, la empresa fortalece su clima laboral, mejora la organización interna, reduce la rotación de personal y proyecta una imagen de cumplimiento que puede abrirle puertas en licitaciones, alianzas y oportunidades comerciales. Además, operar dentro del marco legal disminuye significativamente el riesgo de fiscalizaciones imprevistas o sanciones.

¿Cómo avanzar hacia una cultura de cumplimiento?

Avanzar hacia una cultura de cumplimiento implica revisar de manera periódica las modalidades de contratación vigentes, evaluar si existen trabajadores con recibos por honorarios que, en la práctica, cumplen funciones propias de personal subordinado y tomar decisiones oportunas para su regularización. También supone sensibilizar a los líderes de la organización sobre la importancia de la formalización y buscar asesoría especializada en caso de duda. Incorporar la legalidad como valor empresarial refuerza la sostenibilidad del negocio y fomenta relaciones laborales saludables y duraderas.

Recomendación

Se recomienda a las empresas realizar una revisión interna de sus contrataciones por recibos por honorarios, a fin de identificar posibles relaciones laborales encubiertas. Ante cualquier indicio de subordinación, debe formalizarse al trabajador en planilla desde el inicio de sus funciones. La formalización no solo evita riesgos legales, sino que fortalece el clima laboral, mejora la productividad y proyecta una imagen empresarial responsable y sostenible.