Publicado el: Noviembre 29, 2024
La Corte Suprema del Perú ha establecido que la negativa repetida de un trabajador a cumplir con nuevas funciones, asignadas razonablemente dentro de su perfil laboral, puede considerarse una falta grave, constituyendo una causa válida de despido. Este criterio se encuentra en la sentencia de la Casación Laboral N° 8600-2022-Lima Sur, donde se enfatiza el respeto a la buena fe laboral como un principio esencial en la relación entre empleador y trabajador.
En este caso, una trabajadora solicitó su reposición alegando despido fraudulento, junto con una indemnización y otros beneficios. El juzgado laboral de primera instancia acogió parcialmente su demanda, aduciendo que el empleador no especificó claramente cuáles obligaciones habían sido incumplidas. Esta decisión fue confirmada por la sala superior, lo que llevó al empleador a presentar un recurso de casación.
La Corte Suprema determinó que, en efecto, la trabajadora había incumplido con sus obligaciones al rechazar repetidamente el cumplimiento de nuevas funciones asignadas, las cuales, según el Manual de Organización y Funciones, correspondían a su área y puesto de asistente de contabilidad y presupuestos. El empleador había aplicado su facultad de ‘ius variandi’ de manera razonable, es decir, los cambios en las funciones eran congruentes con el perfil laboral y no alteraban sustancialmente sus labores.
La Corte concluyó que esta negativa reiterada quebrantó gravemente la buena fe laboral, principio fundamental que rige la relación laboral. Al no ser desvirtuada la imputación de incumplimiento, la Corte declaró fundada la casación, dando validez al despido.
Para evitar conflictos laborales, las empresas deben asegurarse de que cualquier modificación en las funciones de un trabajador esté adecuadamente documentada y respaldada por los reglamentos internos y manuales de funciones. Además, los trabajadores deben ser informados oportunamente de los cambios y de la razonabilidad de los mismos.