El reparto de utilidades es un derecho de los trabajadores y una obligación para las empresas que generan ganancias. Este beneficio reconoce el esfuerzo de los empleados en el éxito de la compañía y, al mismo tiempo, fomenta un ambiente laboral más equitativo. Es importante conocer cómo funciona para cumplir con la ley, evitar problemas y fortalecer la relación entre empleadores y trabajadores. Aquí respondemos algunas preguntas clave sobre este tema:
¿Quiénes tienen derecho a recibir utilidades?
Tienen derecho a recibir utilidades todos los trabajadores de empresas privadas con más de 20 empleados que hayan obtenido ganancias en el ejercicio fiscal. Este derecho aplica a trabajadores con contrato indefinido, a plazo fijo y a tiempo parcial. Sin embargo, están excluidos de este beneficio los practicantes, los trabajadores del sector público y los directivos de la empresa.
¿Cuándo y cómo se entregan las utilidades?
Las empresas deben distribuir las utilidades dentro de los 30 días siguientes a la presentación de su Declaración Jurada Anual del Impuesto a la Renta ante la SUNAT. El pago se realiza en proporción a los días trabajados y la remuneración percibida por cada empleado durante el año. Puede efectuarse mediante depósito bancario o en efectivo, según lo establezca la empresa.
¿Por qué es importante para las empresas?
El reparto de utilidades no solo es una obligación legal, sino que también tiene un impacto positivo en la motivación y el compromiso de los empleados. Al recibir una parte de las ganancias, los trabajadores se sienten valorados y reconocidos por su contribución al éxito de la empresa. Esto mejora el ambiente laboral, aumenta la productividad y fortalece la lealtad del personal. No cumplir con esta obligación puede generar sanciones económicas por parte de la SUNAFIL, además de afectar la reputación de la empresa y generar posibles conflictos laborales.
Recomendación:
Cumplir con la repartición de utilidades es fundamental para evitar sanciones económicas, inspecciones laborales, pérdida de confianza por parte de los trabajadores y posibles conflictos sindicales. Además, el pago oportuno de este beneficio contribuye a mantener un ambiente laboral estable y mejorar la imagen de la empresa ante sus empleados y el mercado.